Detalles
Me gusta estudiarte. Cuando piensas que estoy perdido, que mi mente vaga por sabe Dios qué mundo en ese entonces es cuando más estoy contigo. Es cuando te estudio. Me fruñes las cejas inútilmente atentas aparecer enojada. Hay veces en las que levantas una nada más. Preguntas sin hablar: “Donde estás?” Estoy aquí, recolectando detalles mentales para mi matiz. Sé que un día te has de ir, por eso te miro sin nada que decir. Cuando por alguna razón o motivo, si así lo quiere el destino tengas que partir yo recordare tus ojos, tus labios, tu nariz, tu boca, tu faz, tu sonreír y tu mirar. Ya grabe el pedacito de pelo que te cae sobre la frente y lo soplas sabiendo que es inútil el intento. Siempre acabas guardándolo tras la oreja. Sabías que tus labios cambian con cada emoción? Con cada pensamiento? Los muerdes los tuerces, los estiras y hay veces en las cuales tan solo los humedeces, esas son mis favoritas. Te estudio para llevarte siempre conmigo. Recordar cada una de tus muecas. Cuan